Yo sé por qué respiran sus noviembres, jadeantes de dolores sordos
pronunciados en imperativos colectivos, callad!! sed... resvala tus
dedos de cemento por mis huesos despechados mientras me laten las
sienes, aulla a lunas que menguan los sueños crecientes de solsticios
kazurros en enfermedades máximas de coherencia... Astromanticismo feroz
vendido en teselas de mierda literada, cuando trato, noche tras noche,
hacer de tripas corazón con la mordaza de unas direciones en sentidos
opuestos...
Se van, poco a poco, perdiendo en el vacío las
descripciones de paisajes donde no habitan ecuaciones morales, ni
prejuicios numéricos, se van poco a poco... pero volverán tus hombros a
mis llantos dispersados en relojes sin tiempo y volverá a doler la
vida...
Versos, caricias y besos que se mueren en portales de
azulejo frío, "cuentas atrases" para, cual caníbal vegetariano, cenar al
"me-cenas" y ya, al final... si quieres, hablamos de faltar respetos...
Nostálgicamente
leo cuando solía soñar contigo, dolía si, pero me encantaba que fueses
mi castigo. Precipitósamente me "cosqué" de que tras los muros de tus
correosas palabras sinverguenzas y maleducadas, dormían neonatas las
piedras su romance de hielo, y, tras sueños y despertares telefónicos,
hayé, mugroso y perdido, el sentimiento de mis miradas manchadas de
marcas medievales, y de reflejos divinos...
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