Y fuiste de repente.

Y estábamos esperando en tu coche, cuando empezó a llover y la luna empezó a caer...
Y tú me dijiste; ya lo sabía...

Y como le digo yo ahora a un poeta que mi meta no es saber escribir, solo retratarte en un verso.
Como cuando te encontré una noche en una casualidad, y todo empezó asi, sin parecer el comienzo de nada.
Eres un " a veces" en cada "casi siempre".
Olvídate del mundo me dices mientras tanto.
Jódete si duele, me digo.
No quiero que me rompan de nuevo
me dice el corazón asustado,
inténtalo de nuevo, le suplico,
mientras le devuelvo la mirada a tus labios.
Y es que el tiempo todo lo cura, pero con esa locura de"mente"
como cojones quieres que me centre.
si te pienso y te compongo a besos un poema.
Y tú me dijiste; ya lo sabía...

Yo solo encuentro brújula en tu saliva,
y creo que me he enamorado de ese secreto que no me sabes contar,
más tarde me ahogo en una botella,
me confieso un nuevo malo de esos que no pueden ser de nadie
y mucho menos saben conservar un bocado,
y de alguna manera tendré que olvidarte.
Y tú me dijiste; ya lo sabía..

Hace frío y me apeteces, me apeteces a destiempo,
eres el detrás de cada adelante...
Y joder, me olvido del mundo mientras tanto,
joder que si me olvido.
Envidia del monstruo de debajo de tu cama disfrazado de tormenta
Como el trueno que me rompe a susurros cada vez que me dices.... Ya lo sabía.

Quiéreme sin querer

Quiéreme sin querer.
Entre mis peros y tus porqués... entre tus miedos y los míos, entre tus besos y los nuestros... Quizá ahí esté, o quizá no, el pero que me aclare por qué te imagino, y siempre te imaginé... Vámonos a patentar besos de esos, de los que te aplastan, de los que te destrozan, de los que te joden el alma, por que algo te dejas en cada uno de ellos.
Vámonos a que nos conozca el mundo y viceversa, a ser mi cuchillo de herrero en la casa de palo, y bésame como dice el refrán... Ayúdame a acertar mal y a pensar bien. Que tus dudas, den la vuelta a mi mundo, y de vuelta, me dejen claro que me quieres...
Búscame sin encontrarme después de cada punto y final, y si después encontramos dos puntos más, baila con ellos, ríe con ellos, folla con ellos... que ese supense quede suspendido.
Quiéreme sin querer, suelta el hilo rojo, y agárrame la mano.
Sé las decisiones que me quedan por tomar, los caminos que nunca caminé, o las hostias que aún no me di. Jódeme como aún no me han jodido, hazme llorar de todas las maneras que quieras, haz que me duela, pero hazlo.
Quiéreme sin querer.