Aunque nadie lo sepa

Un nacimiento verbal, un juego de libertad y naturaleza pensada, un sentimiento.

lunes, 11 de julio de 2011

anhelos de hielo

a veces no concibo tu recuerdo despegado del cigarrillo, a veces no recuerdo tu olor sin nicotina, es irónico, no saber dibujar el humo en tus retratos a carboncillo, tu alma vaporosa, tus fuerzas débiles... no entender el vicio sin probarlo, adicción en cada respiración, en cada trago de coyanza con gas... distraer la dependencia con partidas al tute o a la brisca de tres, quedando el dos de copas en franca decadencia, sin copas para dos...
quizá no hicieses méritos para quedar en la historia, pero tengo mil y un motivos para guardarte en mi memoria... donde guardo las hojas que caían a nuestros pies en las tardes de otoño, sentados en el portal con la vara de avellano en mano, mientras me contabas historias de tu infancia y me hacías comprender lo mucho que cambia el mundo con cada amanecer... ver como despreciabas regalos cada 5 de agosto, y descubrir como minutos más tarde, los mirabas con recelo y una sonrisa tímida... aprender como terminar una discusión de animales, "guau guau" pues siempre fuiste mi modelo, y en parte por eso lloro, no veo el momento de verte de nuevo, tu recuerdo nunca morirá en mi, abuelo, aunque como buen ateo no creo, siempre te busco, mirando al cielo...
tu me enseñaste el sabor del palo de regaliz, y a escupir negro después, como bien escupían los hombres, tu me enseñaste a atarme los cordones y aunque siempre fui un trasto y te hacía enfadar, con gracia recuerdo tus palabras certeras... "no me hace falta correr para pillarte" cuánta razón!!! siempre me hacías entrar con la colleja encogida en casa, pero aunque me doliese, nunca me dolió tanto como el no tener tiempo para nuestra despedida... te quiero abuelo, dos años...

1 comentario: