Aunque nadie lo sepa

Un nacimiento verbal, un juego de libertad y naturaleza pensada, un sentimiento.

martes, 27 de noviembre de 2012

Mañanas pintadas en utópico perfecto.

Después de todo, solemos pararnos a recapitular nuestra historia, a sentir añoranzas vacías, a valorar esfuerzos pasados y a sentir momentos que no supimos saborear en presente porque con nostalgia saben mejor... después de todo, tú... 
Noto cada kilómetro en la planta cansada de mis pies, noto cada verbo perdido en mi cuello, siento cada metro de ascenso sumado al descenso de temperatura en mis venas... y, después de todo, tú...
Soy consciente de que mis palabras son armas de doble filo, pero es una consciencia mentirosa, ya que su orden es el que miente, no su significado, y cada cual que busque su orden en mi caos... yo me limito a vivirlo, a sentirlo y a compartirlo... que si has decidido aparecer, quédate... que si me llamas amor, ámame... 
Ámame y quédate... 
Que ya tendremos tiempo de hablar de imperfecciones pretéritas, que dejamos para otra noche eso de los celos y de las discu... discu... discusábanas! que mi espalda no busca otras uñas, ni boca otros labios y eso, eso lo deberían de saber tus latidos...
Son mis sueños los que me echan de menos en las noches que me privas de dormir por conocerme, y eres tú su relevo en las mañanas que conoces mis sueños. Mañanas pintadas en utópico perfecto. 
Perfecto sin sentido sin ti... porque después de recapitular mi último capítulo sólo pienso en pedirte perdón...
Siento no haberte conocido antes, siento no haber estado ahí, en cada lágrima suelta, en cada soledad, en cada silencio, lo siento... 
Y después de todo, tú... 
 
Foto: (escrito en lengua animal): "Calle garabato"

                                     

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